Hoy, la partida se basa en el intercambio de valor en red. ¡Ayuda a los demás!
A menudo tus clientes se harán una imagen de ti en función del contenido que aportes a la red, de lo que digas en ese espacio. Este puede ser el primer contacto, la primera tirada de cartas.
El juego es social, tú tiras unas cartas a la mesa, otro jugador las mira, recoge una, la comparte de nuevo. Hacéis intercambios y pactos entre jugadores.
Lo más interesante es lo que ocurre paralelamente a la partida. Se establece una conversación que va más allá. Es la vida social del jugador. En esa conversación es donde realmente se juega todo. Es donde se genera empatía, confianza y deseo.
Presta atención…
Fíjate que estos son requisitos necesarios para que alguien compre en el entorno digital. Voy a ser más directo porque el tema es complejo.
Si hoy pretendes basar tu estrategia en Internet sólo en presentar tu empresa y sus productos, ya has fracasado.
Debes aportar valor más allá del intercambio de bienes y servicios. Tienes que dar para poder recibir. Ingresar para poder retirar. Si aportas valor, si lo que ofreces es de calidad, otros van a hablar de ti.
En el entorno social, tiene más importancia lo que dicen de ti que lo que tú dices. Ya ves, el paso tres es aportar contenido a la red, entregar valor, ser de valor para tus clientes y escuchar para poder conversar.